viernes, 20 de junio de 2008

And The Wiener is...

Ante el inminente hecho de que vamos a morir, y que mientras eso pasa necesitamos desesperadamente justificar nuestra insignificante existencia, somos presos de la idea de "trascendencia"; y para lograrla, hay humanos que son capaces de hacer cualquier cosa.

Los más comunes se conforman con intentar clonarse a través de sus hijos, otros dedican sus vidas a vestirse de pájaro y seguir a su selección nacional de fútbol, otros optan por seguir vocaciones más humanistas, y otros simplemente se tragan cualquier tipo de anhelo, y se resignan a pasar sus vidas haciendo necedades empresariales, autolavándose el cerebro colgando en sus oficinas leyendas como:

"Winners: While most are dreaming of success, winners wake-up and work hard to achieve it".
(“Ganadores: Cuando la mayoría sueña con el éxito, los ganadores despiertan y trabajan duro para lograrlo”.)

Hay otros que pretenden seguir los pasos de Corebus de Elis, el primer triunfador olímpico en la antigua Grecia, y pretenden ganar la "inmortalidad" grabando su nombre en algún lugar para la posteridad.

Pero a diferencia de los competidores olímpicos, estos competidores no son atletas. Las categorías en las que participan ellos las inventan, y distan mucho de ser disciplinas, donde se compite cuerpo a cuerpo, llegando "más lejos, más rápido, más fuerte, más alto" (...); Tales son los competidores por los Récords de Guiness.

La historia comienza así:
Un día de 1951, sir Hugh Beaver, entonces director ejecutivo de Guinness Brewery, había salido a cazar y debatía con sus compañeros si el pájaro de caza más rápido de Europa era el chorlito dorado o el urogallo. Se le ocurrió que un libro que proporcionara la respuesta a este tipo de preguntas podría llegar a ser muy popular. ¡Y tenía razón!

Así es como Sir Hugh Beaver, en lugar de seguir haciendo pintas de cerveza, probó la diversificación y pasó de la industria cervecera a incursionar en el mundo editorial.
Encomendó la misión a Norris y Ross McWhirter, un par de investigadores* que se dedicaron a compilar toda clase de información sobre registros de límites insólitos.


Y de esta manera fue como desde 1955 más de 60,000 personas al año intentan ser únicas en el mundo e "inmortalizarse" siendo superiores en...
¡LO QUE SEA!

Sus 30,000 categorías son tan variadas que los récords van desde hazañas como:

  • Atragantarse una pizza de 12 pulgadas en menos de 20 segundos
  • Comer decenas de cucarachas

  • Sostener víboras de cascabel con la boca

  • Jalar un avión

  • Comer 900gr. de metal y vidrio diariamente

  • Golpear un saco de arena durante un día y medio

  • Levantar pesas con una oreja

  • Pelar los ojos hasta casi sacarlos del cráneo.
    (¿Y sin un día, por la edad, los músculos ya no le responden y se le va la mano?, jeje...)

  • Claro está que estos espectáculos circenses no estarían completos sin “la mujer barbuda” en escena, por lo que muchas otras categorías incluyen atributos físicos y actos de completa dejadez como:

    Pero bueno, el mundo del "Freakshow" no es ninguna novedad, existen registros desde el siglo XVII, mucho antes que formaran parte de los circos, y mucho antes del nacimiento de Joseph Merrick "El Hombre Elefante", quien por su historia de coraje y valentía fuera inmortalizado por la película de David Lynch (¡y no por un Récord de Guiness!). Pero no fue hasta la década de los años 30s cuando se comienza a documentar y coleccionar por Robert L. Ripley. Y “Aunque Ud. No lo Crea”, todo creció de una manera tan rápida y exitosa por diferentes medios, hasta que ha llegado a convertirse en el actual “Emporio del Freak” dirigido por Jim Pattison, un empresario canadiense, incluido en el ranking de Forbes entre los hombres más ricos del mundo que, dentro de sus múltiples empresas, es dueño tanto del “Ripley Entertainment Inc.”, como de la “GWR Organization”. Teniendo aparte de sus publicaciones anuales, 55 “museos” alrededor del mundo, y lo más sorprendente de todo:

    “El libro se ha convertido en un récord en sí mismo. Con ventas superiores a los 100 millones de ejemplares en 100 países y 37 idiomas, Guinness World Records™ es el libro más vendido de todos los tiempos, si excluimos obras exentas de derechos de reproducción”.

    Así es; fuera de la Biblia y el Corán, el gran Best Seller es el libro de los Récord de Guiness... Ajá “Aunque Ud. No lo Crea!”..., ¡ni yo tampoco!. (honestamente yo no leería ninguno de los tres, pero bueno... nos podemos dar una idea de las lecturas en demanda.)

    Para quien quiera tener una copia de tan famosa publicación, la cuestión es sencilla; prácticamente se consigue en cualquier librería poco especializada o incluso en algunos supermercados.

    Y es de suponerse que habrá quien quiera varias ediciones e ir actualizándolas año con año, ya que por ejemplo, la edición del 2008 con sus “glow in the dark features” tiene secciones que brillan en la oscuridad, y la próxima edición del 2009 presenta una portada en holograma además de incluir unos lentes especiales con los cuales se pueden ver algunas fotografías en 3D.

    Tanto las ediciones anuales de los Récords de Guiness como las de Ripley´s, Believe it or Not!, están disponibles por una módica cantidad de $28.95 US Dlls. Si se piden por internet.

    En caso de no conformarse con el libro, sino que desee obtener un título como Récord Mundial de Guiness y contribuir con su enorme base de datos, el procedimiento es sencillo; simplemente hay que registrarse en línea, firmar el ”Acuerdo acerca de las tentativas de récord”, y enviarlo junto con su propuesta.
    En caso de recibir una respuesta positiva, deberá seguir las directrices que le serán indicadas y enviar su “Record Breakers Pack” con todas las pruebas solicitadas. Dichas pruebas serán evaluadas, y en caso de ser aceptadas, se recibirá un certificado de “Guinness World RecordsT” (sí, uno solo, si se desean copias adicionales habrá que pagar extra) y una vez logrado esto, ¡Ud. será único en el mundo!. (mientras no llegue algún ocurrente y bata su récord).

    Dado a que se reciben 60,000 solicitudes anuales (aunque su edición anual sólo puede publicar 4,000 y gran parte de los récords y sus poseedores quedan fuera), el recibir una respuesta por parte del staff puede tardar hasta 6 semanas; pero si usted siente urgencia de saber si puede alcanzar la fama y quiere saberlo “ASAP”, puede contratar el servicio de “Fast Track” por la módica cantidad de 300 UK£ libras esterlinas. (unos $6,083 MX pesos), y le garantizan recibir respuesta en 3 días hábiles.

    “Nunca pagamos a las personas que baten récords, ni cubrimos sus gastos, ni les patrocinamos, ni les proporcionamos el equipo necesario. Creemos que el prestigio y reconocimiento internacional que proporciona un Récord Guinness es recompensa suficiente.

    Además, las personas que baten Récords Guinness no suelen perseguir una compensación económica, sino el establecer, conseguir y superar sus metas, y recibir por ello el certificado oficial de Guinness World Records”.

    Todo esto sin contar que si se quiere la presencia de un juez oficial que “dará más notoriedad a tu intento de establecer o batir un récord y creará más interés mediático porque, de tener éxito, tu récord será validado y hecho oficial inmediatamente, y además se te hará entrega en el momento de tu certificado de Guinness World Records”. implica un costo adicional de transporte, transferencias desde y hasta el evento y gastos de alojamiento, y sólo puede ofrecerse a un número limitado de solicitantes.

    (...) Está bien, todos tenemos derecho a tratar de sentir que hicimos algo con nuestra existencia.

    Sólo me pregunto si en lugar de haber juntado 32,681 personas para tomar un té, las mismas hubieran plantado un árbol, o si en lugar de haber reunido a 637 personas para disfrazarse de gorila, hubieran limpiado un río, algo de mucho mejor provecho hubiera resultado.

    Por último quisiera concluir con una nota de agradecimiento de uno de los ganadores de un Récord Mundial de Guiness: Radhakant Bajpai, de la India.
    “Lograr un Récord Mundial de Guiness es de hecho una ocasión especial para mi y mi familia, Dios ha sido muy amable conmigo”. Radhakant Bajpai ganó el Récord de Guiness a la mayor cantidad de vello en las orejas, con una medida de 13.2cm desde el centro de cada una.

    * Que por cierto, los dos compiladores originales eran gemelos y de signo Leo, ¿será que tiene algo que ver con la idea/política de querer elevar el ego de la gente con títulos mundiales por lo más poco probable que éstos sean?.

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