miércoles, 12 de marzo de 2008

Devil Inside


Dicen que una imagen vale más que 1000 palabras. Así que esta vez trataré de no usar muchas, o al menos no exceder los 1000 caracteres.

Encontré esta foto el fin de semana pasado en un muy selecto suplemento de sociales donde los refinados creyentes de la localidad publican sus eventos de principios dogmáticos.

No pude evitar recordar el
décimo mandamiento que un día me enseñaron. -"¡Hay que evitar los desórdenes de la concupiscencia!"; bueno señores, me parece insana su postura, pero
si les parece lo mejor, entonces un poco de congruencia.

Dice Jodorowsky sobre el arquetipo del diablo, que un iniciado, para llegar a la iluminación no debe rechazar su lado animal, sino aceptarlo, honrarlo y guiarlo hacia la luz angélica.

La libido es ante todo una llama vital, un fuego creador que poseemos, pero para saber emplearlo es necesario superar las barreas sexuales o creativas que se han impuesto y volver a las profundidades de nuestro inconsciente.

La realización consiste en ser lo que se es, y eso implica reconocerse y conducir nuestros deseos.

¿Qué hay de malo en saludar a nuestro diablo de vez en cuando?,
Es sólo cuestión de no ser hipócritas.



No hay comentarios: